Contamos con Xavier Casals; coautor del libro el fascio de las ramblas,
Desde donde defienden la existencia de un fascismo español, previo al falangismo, que se fragua en los años 20, y tiene como laboratorio Barcelona.
Nos invitará a mirar primero a la Habana del siglo XIX, como fragua de un españolismo integrista, para luego trasladarse a la Península.
El fascismo de primera generación tuvo, en los años 20, un teatro de operaciones muy concreto: Barcelona. Allí se sucedieron diferentes dictaduras militares, imitando el modelo de Capitanía Cubana, aplicado en la Habana anteriormente.
La sucesión de diferentes dictaduras o "capitanías cubanas" (Milans del Bosch, Martinez Anido y Primo de Rivera) apoyadas por la burguesía local, con objeto de enfrentar al poder obrero de la CNT.
Y milicias auxiliares como el somatén, pero sobretodo el sindicato libre, como fuerza de choque anti-sindicalista.
Y las Ramblas como teatro de operaciones donde convergían burguesía, catalanistas, anarcosindicalistas y fascistas.
linternadediogenes@gmail.com
Puedes escuchar este podkast en https://www.ivoox.com/ldd18x02-el-fascio-ramblas-los-audios-mp3_rf_133559273_1.html
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Episodio revelador. Aunque los ingredientes son conocidos en las clases de historia de Catalunya (la “pérdida” de Cuba, la Mancomunitat, el pistolerismo, las huelgas y la Setmana Tràgica, la dictadura de Primo de Rivera, la Lliga, Estat Català, la CNT, el Sometent…) esta narrativa que los combina es nueva (como mínimo para mi). Creo que no hay libros escolares que expliquen que Catalunya tuvo esas dos dictaduras extras. Martínez Anido y Milans del Bosch no están que yo sepa en el consciente colectivo de la historia catalana como Macià, Cambó, Lerroux…
¿Por qué estas ausencias? La narrativa propuesta en este ensayo es lógica y sencilla de explicar.
https://pasadopresente.com/component/booklibraries/bookdetails/2023-10-16-10-18-18
¡Muy interesante!
Y muy curioso que como comenta @icaria36 pese a haberme criado en Barcelona, no lo habia escuchado nunca hasta ahora.
Creo que nos demuestra una vez más que dónde hay revolución hay contrarrevolución y es muy necesario ser siempre conscientes de ello.
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